Un voraz incendio arrasó con la vivienda de material ligero de la familia Ahumada Lazo, ubicada en calle Colo Colo, en Lo Narváez. El siniestro se produjo cerca de las 4 de la madrugada del domingo 1 de enero, y se presume que se ocasionó producto de un fuego mal apagado con el cual habían realizado un asado para la cena de año nuevo. Afortunadamente los cuatro ocupantes de la vivienda lograron ponerse a salvo, sin sufrir daños físicos, pero si quedando muy consternados ante la pérdida de su hogar y sus enceres domésticos.
El municipio acudió en ayuda de los damnificados otorgándoles una mediagua, en tanto se ha estado recibiendo ayuda en la Escuela Hellen Keller, y también en su hogar, señalando que lo que más se requiere son materiales de construcción para poder ampliar y mejorar la vivienda.
Una de las hijas, quien vive en la vivienda contigua, señaló que el fuego se inició en la parte posterior de la vivienda, y que afortunadamente lograron ponerse a salvo, los bomberos de Olmué, llagaron como las 4.20 horas, pero solo lograron contener el fuego para que no se propagara a las viviendas vecinas. La familia agradece la ayuda recibida. “queremos agradecer al alcalde quien estuvo acá el domingo, y se nos envió esta mediagua y unas colchonetas…queremos agradecer al doctor Víctor Recabarren, que estaba de turno esa noche en el CESFAM fue muy importante su apoyo y preocupación; la vecina Soledad Arancibia, quien cobijó a mi hermana y organizó una campaña, a todos los vecinos que nos brindaron ayuda…ahora solo nos falta materiales de construcción, especialmente madera para hacer otra pieza por ahora…nos ha llegado harta ayuda, pero nos faltan zapatos para mis hermanos y mi mamá y papá que lo perdieron todo…su casa que era del subsidio rural logrado hace siete años…por eso esperamos poder volver a postular, para tener una casita digna….”
La ayuda se está recibiendo en la Escuela Hellen Keller, y en la casa ubicada al final de calle Colo Colo, en Lo Narváez alto.
Los dueños de casa son jubilados, y reciben una pensión asistencial, aunque siempre el dueño de casa está haciendo pololitos para ganar unos pesos extras. Tienen dos hijos con discapacidad que son los que viven aún con ellos. El calzado que necesitan son de los números 41, de varón y 38 y 37 de dama.