(NOTA TEXTUAL DE AUTORÍA DE UCVMEDIOS.CL)
En un novedoso prototipo para detectar las fallas
más recurrentes de las maquinarias de ferrocarriles, está trabajando una joven
constructora de Olmué, tras adjudicarse dos subsidios Corfo, recursos que hoy
le permiten tener el proyecto ya instalado y a prueba en uno de los trenes de
FEPASA.
Se trata de María José Zubieta, ingeniera en
Construcción, quien junto a su padre, un ingeniero Mecánico, se lanzó a
trabajar en la idea de ver si podían captar las señales de las máquinas,
transmitirlas y analizarlas mediante la web. En el año 2015 postuló al Programa
Regional de Apoyo al Emprendimiento (PRAE) de Corfo para realizar el primer
prototipo que consistía en detectar las
cuatro fallas más recurrentes de dichas máquinas: el desbalance, el
desalineamiento angular, el desalineamiento paralelo y el soporte suelto.
“Para eso se elaboró un prototipo y se compraron
las primeras tarjetas de adquisición para probar el sistema”, recordó la
emprendedora.
“Ahora, nuestro servicio es captar las señales
mediante sensores, analizarlas en una sala de control donde está el software
que nosotros diseñamos y posteriormente, esa información se sube a una
plataforma web. Ahí el cliente va a poder ver aproximadamente con tres meses de
anticipación cuándo va a fallar su maquinaria, esto debido a que las máquinas
tienen un determinado comportamiento:
primero vibran, luego generan ruido, calor, humo y fallan. Eso permite
detectar en forma incipiente una falla de la maquinaria”, precisa la
emprendedora.
Tras desarrollar el PRAE, María José Zubieta
participó -en enero de este año- en el Booster UP de la Universidad Santa
María. Una de la empresa que se presentó
con distintos desafíos fue FEPASA, entidad con la cual tomó contacto ésta emprendedora,
quien hoy realiza la primera marcha blanca del proyecto y busca el mejor modelo
de negocios para ambas partes.
Destacó que este caso se trató de un desafío mayor,
ya que “los ferrocarriles están en movimiento y el desafío era monitorear
maquinaria y movimiento y efectuar la transmisión de datos en movimiento”.
“Con las variables que manejamos podemos predecir
que está fallando y, además, qué es lo que está fallando”, precisó esta
emprendedora, quien en agosto pasado agregó nuevas variables a su prototipo
tras adjudicarse un Subsidio Semilla de Asignación Flexible (SSAF) que apunta a
aumentar la cantidad de fallas de detección y a desarrollar esta marcha blanca
en la empresa.
María José Zubieta explicó que este nuevo subsidio
les permitió efectuar toda la instalación del sistema en FEPASA y el desarrollo
de estas nuevas fallas. El prototipo fue instalado en una máquina en buenas
condiciones, pero el sistema ha entregado datos históricos de funcionamiento a
los encargados de la mantención de las maquinarias.
Un dato relevante es que el sistema de sensores fue
diseñado bajo norma ISO para máquinas estacionarias, por lo que hoy se está
generando historia en máquinas en movimiento.
¿QUÉ SIGNIFICÓ EL APOYO DE CORFO?
Sin el aporte de Corfo creo que no podríamos haber
efectuado lo que hemos hecho. Ha sido
súper importante. Nos ha permitido hacer el salto que necesitábamos. Sin el
aporte no hubiéramos podido comprar las cosas ni realizar el desarrollo de la
iniciativa.
REPORTAJE EN PÁGINA DE LA PUCV A ESTOS INGENIEROS OLMUEÍNOS
Guillermo y María José Zubieta, son padre e hija y
ambos ex alumnos PUCV. Hace casi dos años decidieron dedicarse por completo a
la innovación tecnológica y crearon REDBRAYN, empresa dedicada a traspasar a
productos comerciales de alta tecnología el conocimiento derivado de la
investigación científica.
La idea surgió cuando Guillermo, ingeniero mecánico
de la PUCV, estaba diseñando una máquina y se le ocurrió que, una vez que ésta
estuviese terminada, pudiese monitorearla desde cualquier punto del país. Con
el pasar del tiempo, la idea fue tomando forma y María José, ingeniero en
construcción, se sumó al proyecto a tiempo completo a fines de 2014.
La innovación tecnológica y el emprendimiento
siempre fueron parte de la vida de Guillermo, trabajó en múltiples empresas y
proyectos, pero siempre fue su anhelo dedicarse a la creación e investigación
tecnológica que le permitiera colaborar de alguna forma con el desarrollo del
país. Ahora que sus hijos ya están grandes, María José ya es profesional y José
Pablo está estudiando Ingeniería Electrónica, también en la PUCV, pudo cumplir
su sueño y, además, en compañía de sus hijos.
REDBRAYN es una empresa innovadora de base
tecnológica que tiene como fin generar innovación y traspasar a productos
comerciales de alta tecnología el conocimiento derivado de la avanzada
investigación científica. “Nos basamos en las tecnologías de la información, la
inteligencia artificial, la programación gráfica de última generación y la
tecno-ingeniería. Nuestra misión es dar solución a los problemas de la
industria y contribuir en un desarrollo que pueda beneficiar al país”,
manifiesta Guillermo.
En sus inicios, la familia Zubieta contó con el
apoyo de Chrysalis, Incubadora de Negocios de la Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso, donde se les realizaron mentorías para ir dando forma a
la empresa. “La Incubadora nos prestó mucha asesoría, con ellos pudimos
visualizar nuestras falencias. Como pertenecemos al área técnica de las
ingenierías, nos faltaba el área empresarial, nos ayudaron con la imagen
corporativa, la parte legal, el registro de marca y otras cosas que nosotros no
manejábamos”, comenta María José.
A fines de 2014 se adjudicaron un proyecto Corfo
que les permitió comprar los materiales para crear prototipos y también para
hacer las primeras promociones comerciales. Sin embargo, lo que ellos más
agradecen es el apoyo de National Instrument, una empresa norteamericana de
alcance mundial que ofrece soluciones de tecnologías flexibles y potentes que
aceleran la productividad y conducen a la innovación rápida, y que cuenta con
clientes de casi todas las industrias, desde salud y automotriz hasta
electrónicos de consumo y física de partículas.
“Me presenté en sus oficinas acá en Chile con solo
una idea y ellos de inmediato se comunicaron con sus oficinas en Texas
preguntando si me podían ayudar y dijeron de inmediato que sí. Me vine con
equipos que valen varios millones de pesos sin siquiera firmar un papel. Eso
acá en Chile no se da”, añade el ingeniero mecánico.
SONUS
Actualmente, en la mayoría de las industrias no se
realiza mantenimiento predictivo a las maquinarias y las que sí lo realizan no
lo hacen de forma constante. Ante esto, la propuesta de REDBRAYN es SONUS, un
servicio que incorpora a las maquinas un sistema que les permite a las empresas
monitorear de forma remota y en todo momento el estado en el que están
trabajando los equipos. “Esto último les permitirá a la empresas, predecir
fallas inesperadas mediante una red neuronal cuyo diagnóstico es muy exacto”,
acota Guillermo.
“Otras de las potencialidades que tiene SONUS son:
la optimización de tiempos, evitar períodos inactivos, reparaciones
inesperadas, paros en la producción, cambios indebidos de repuestos, además de
no ser necesario el desarme de los equipos”, añade María José.
SU APORTE A LA SOCIEDAD
Una de las principales motivaciones de Guillermo y
su familia es contribuir al desarrollo del país y de las zonas más australes.
En esta línea, hace pocos días realizaron un viaje a Aysén, donde tuvieron la
posibilidad de visitar distintas localidades, entre ellas Tortel, donde
quedaron impactados porque les comunicaron que “es probable que estén dos o
tres meses sin luz porque el generador de la termoeléctrica que utilizan se les
echó a perder y no hay quien lo arregle”, comenta Guillermo.
“Con el desarrollo tecnológico podemos solucionar
muchos problemas que en nuestro país se han arrastrado por años. Si no nos
subimos al carro de la cuarta revolución tecnológica, vamos a quedar atrás como
país, porque vamos a ser anticompetitivos y porque las empresas que apuestan
por las nuevas tecnologías producen con muchos menos costos. Más allá de lo que
signifique el emprendimiento y ser empresario, me preocupa hacer cosas que
beneficien al país en su conjunto”, acota.
LOS ZUBIETA Y SU RELACIÓN CON LA PUCV
“Yo a la Católica de Valparaíso la amo, me ha dado
muchas cosas. Esta universidad tiene algo que otras no tienen, algo que a uno
le permite ver otras cosas, tiene una visión diferente de la formación
profesional, sus ex alumnos son personas integrales, con valores y con una
capacidad técnica muy buena”, indica el ingeniero mecánico.
Por su parte, María José recuerda que su padre
siempre los incentivó a estudiar en la PUCV y ellos nunca lo dudaron. Desde muy
pequeña paseó por los pasillos de Casa Central, ya que nació cuando su padre
cursaba su primer año de carrera y añade que “concuerdo mucho con lo que dice
mi papá. He tenido la posibilidad de trabajar con profesionales de otras
universidades y también de la PUCV y son muy distintos. No sé qué lo da, no sé
si son los profesores, la formación, el ambiente, los ramos optativos, pero el
ex alumno de la PUCV tiene una capacidad de enfrentarse a los problemas muy
distinta”.