Un sorpresivo ataque cardiaco le quitó la vida al joven funcionario del SENAME, Pablo Martínez Bravo (33), quien se desempeñaba como Educador de Trato Directo en el Centro de Detención Juvenil de Limache (Ex Lihuén).
El hecho ocurrió el miércoles 15 de junio, mientras se desarrollaba un campeonato deportivo a nivel interno en el Gimnasio Municipal de Olmué, en Lo Narváez, cayendo sorpresivamente al suelo con convulsiones, por lo que sus compañeros pensaron en un comienzo que se trataba de un ataque de epilepsia, pero al ver que no reaccionaba, llamaron de inmediato al CESFAM de Olmué, llegando al lugar la ambulancia y el personal paramédico, los que al constatar que se trataba de un infarto iniciaron de inmediato el procedimiento de reanimación tratando de estabilizar al paciente, ingresando a las 12.51 horas al CESFAM ya sin signos vitales.
Su cuerpo fue derivado al Instituto Médico Legal de Quillota, para establecer las causas exactas de su deceso.
Pablo Martínez era de Limache, pero desde hace algún tiempo estaba radicado en la comuna de Villa Alemana junto a su esposa y sus dos hijos.